"Las bombas atómicas son principalmente un medio para la aniquilación despiadada de las ciudades".
Esas son las palabras de Leo Szilard, uno de los científicos que impulsó el desarrollo de armas nucleares. Los escribió como parte de una petición firmada por docenas de otros científicos que habían trabajado en el Proyecto Manhattan y le suplicaron al presidente Harry Truman que no usara la bomba nuclear en Japón.
Pocos meses después de su introducción en 1945, los arquitectos del mundo nuclear de hoy temían las implicaciones de la tecnología que habían creado.
Casi 75 años después, es hora de volver a preguntar a los tecnólogos, innovadores, empresarios y ac…