La huelga del conductor de Uber no se trata de obstaculizar a Uber, se trata de robar la narrativa

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El 8 de mayo, los conductores de cabalgatas en ciudades de los EE. UU. Se declararon en huelga para protestar por el pago injusto, las malas condiciones de trabajo y la falta de transparencia de Uber. La huelga, que fue programada para coincidir con la tan esperada salida a bolsa de Uber, generó titulares en todos los principales periódicos, pero no está claro si esos informes realmente entendieron lo que estaba sucediendo. Esto no es una huelga en el sentido tradicional: son relaciones públicas.

En primer lugar, Uber clasifica a sus conductores como contratistas independientes que no son elegibles para los beneficios asociados con el empleo tradicional, como el seguro de salud, el tiempo libre pagado o la compensación de los trabajadores. Como tales, los conductores de Uber no pueden sindicalizarse, no pueden negociar colectivamente y no pueden atacar de ninguna manera organizada. Ahí…

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The Verge